sábado, 16 de noviembre de 2013

Frida Kahlo y su pasión por los perros Xoloitzcuintlis

Hace unos días dedicaba un post a Hemingway y su pasión por los gatos con polidactilia, hoy el protagonismo es para Frida Kahlo y su pasión por los perros Xoloitzcuintlis. La pasión de la artista mexicana por estos perros se refleja tanto en la gran cantidad de instantáneas en las que sale acompañada de estos canes, como en las pinturas donde ella misma plasmó a los Itzcuintlis.

En relación a las obras pictóricas de la artista donde plasmó perros xoloitzcuintles, podemos mencionar: Escuintle y yo (1938),  Autorretrato con changuito (1945),  El Abrazo de Amor del Universo, la Tierra (México), Yo, Diego y el Señor Xólotl (1949), Naturaleza Muerta (1951), Danza al Sol (imagen contenida en su diario Alas Rotas), además de una obra sin fecha titulada Xibalba-Alado-Xólotl-7 ríos (Soñado por Frida Kahlo). El número de las pinturas será siempre inferior si lo comparamos con el de las fotos que en diferentes medios se han publicado.

Investigando más sobre esta raza y qué tipo de perro es el Xoloitzcuintlis nos remontamos a la época azteca. El vocablo xoloitzcuintle, xoloescuintle, proviene del nahuatl xólotl e itzcuintli, perro. El término xolotl conlleva varios significados, pero todos relacionados a la misma raíz etimológica. Xólotl en sí es el dios mexicano de la vida y la muerte, que comúnmente era asociado con figuras monstruosas, también significando el término "monstruo". El Xoloitzcuintle también es llamado perro pelón mexicano o perro azteca.

En la Mitología mexica, se creía que los xoloitzcuintles acompañaban a las almas de los difuntos cuando viajaban al Mictlán, el inframundo, por lo que eran sacrificados y enterrados junto con los muertos a los que debía guiar. Hay leyendas que hablan de que Xolotl le dio el xoloitzcuintle como regalo al Hombre, habiéndolo fabricado de una astilla del Hueso de la Vida, el hueso del que toda vida fue creada. Debido a esto era considerado sagrado por los aztecas, manifestándose esta adoración en muchas representaciones esculturales y pictográficas.

Después de la colonización europea, este tipo de perro estuvo muy cerca de desaparecer, siendo rescatado de la extinción por la apreciación hacia este perro de los miembros de la FCM, la cual inició un programa de registro y reproducción el 1 de mayo de 1956. A pesar de que fue exhibido en las competiciones de belleza canina, en los Estados Unidos desde 1883, y aceptado en las federaciones más respetadas, no logró gran aceptación popular. A mediados del siglo XX su popularidad en México tuvo un renacer, llegando a ser admitido en muchas federaciones caninas mexicanas. En el presente es reconocido por muchas de las más distinguidas federaciones en otros países y federaciones internacionales, como la FCI, aunque en algunos países, como en los Estados Unidos, no tiene tanta aceptación.

Diego Rivera y Frida Kahlo criaron ejemplares de estos perros como mascotas, convirtiéndolos también en animales de culto e inspiración para su obra. Son buenos canes de compañía y dependiendo de su tamaño son también buenos guardianes del hogar. Aunque no tiene una apariencia atractiva, el xoloitzcuintle son populares por su inteligencia ya que es fácil educarlos, por su resistencia y por su carácter amigable.
Actualmente, y gracias a aquellas personas que ven a los perros como compañeros fieles, se han convertido en unos canes muy populares. Normalmente son muy deportistas, buenos vigilantes y singularmente tranquilos con la gente.

La raza tiene un rango de peso de 4 a 20 kg. Su falta de pelaje causa una mayor pérdida de calor corporal, por lo que su cuerpo se ve obligado a mantener una temperatura de alrededor de unos 40 °C. Su apariencia es similar a la del Pharaoh Hound, con un cuerpo esbelto, ojos estirados, orejas triangulares y rectas y un largo cuello.

La piel expuesta a lesiones, heridas y fisuras se cura rápidamente. Además, no necesita cuidados del pelaje, sólo en algunas ocasiones requieren una ducha caliente. Una de las ventajas de su falta de pelo es que no causa problema a las personas con alergia al pelo canino, y otra de sus ventajas es que las molestias frecuentes de pulgas y garrapatas son inexistentes. Sin embargo, como estos no han sido sujetos seleccionados, el pelaje puede presentarse en distintas longitudes. El pelaje más valorado es un pelaje corto y de colores sólidos en una amplia gama, con manchas blancas en pecho y dedos. 

Ante la falta de pelo, la piel del xoloitzcuintle es extremadamente sensible, por lo que requiere de la aplicación de crema humectante o pomadas calientes, de 2 a 3 veces por semana. En caso de una exposición constante al sol, el dueño de la mascota tendrá que ponerle cremas protectora para evitar quemaduras. 

Los xolos con pelo son perros modestos, es decir, a la vista no tienen la espectacularidad que tienen los xoloitzcuintles "desnudos". Se podría decir incluso que son perros "corrientes" o mestizos, ya que conservan una estructura fenotípica similar al perro prehispánico o mesoamericano, del cual se cree surgió el xoloitzcuintle original.
  
 Gracias a personas enamoradas de los animales y que tuvieron mucha devoción por esta raza, caso del marido de Frida Kahlo, que los incluye en sus famosos murales, estos perros no lograron desaparecer y podemos admirarlos hoy día haciéndonos una idea de su vasta Historia.

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