martes, 19 de noviembre de 2013

Educa a tu gatito con juegos

Siempre se ha dicho que educar a un gato es imposible debido a su naturaleza independiente, pero a través de los juegos podemos educarlos. Cuando los gatitos juegan pueden mostrar un comportamiento que puede parecer agresivo a los ojos de sus amos. Sin embargo, es una actitud completamente normal en los felinos que les permite desarrollar y perfeccionar sus instintos de exploración y de depredación, claves para la supervivencia en la naturaleza.

Los juegos o “peleas” con otros gatitos o con su amo, le permite al cachorro aprender y desarrollarse hacia la vida de adulto.

Si tienes un gato o recientemente has adoptado un gatito, sabrás que un objeto desconocido en movimiento es una fuente de juego infinita para ellos. Éstos estarán encantados de descubrir de qué objeto se trata, de agarrarlo, saltar, morder, golpearlo con sus patas, etc.

El gatito inicia su aprendizaje desde su nacimiento junto a su madre y a los otros gatitos de la camada. Si se adopta un gato muy pronto y es separado prematuramente de su madre, nos encontraremos seguramente con efectos adversos en el futuro comportamiento del gato porque el gato no habrá aprendido a relacionarse correctamente. Los gatos separados antes de tiempo seguramente que no conozcan de forma natural sus límites y quieran probar que es bueno o malo. Si es el caso no permitas que tu mascota juegue con tus manos o con tus pies ya que lo interpretará como que tiene licencia para “cazar” y tendrá tendencia a morderte.

Una forma de educar a un gatito es hacerlo a través del juego. Se pueden encontrar una gran variedad de juguetes para gatos que les intrigarán y les estimularán. Un claro ejemplo son los juguetes con cordel. Deja que el gato persiga el juguete, lo muerda y lo tire a su antojo una vez lo haya atrapado. De esta manera estaremos ayudando al animal a canalizar su energía y agresividad con el juguete y no con algún mobiliario de la casa.

Es importante jugar regularmente con el gato para un buen aprendizaje. Así el pequeño felino sabrá que es la hora de jugar cuando vea aparecer sus juguetes y no antes.

¿Cómo poner límites al juego?

Si descubres a tu mascota jugando con un objeto que no es parte de sus juguetes debes intervenir con una orden rotunda en ese preciso instante. Si lo haces más adelante no entenderá a que te refieres y seguirá considerándolo parte de su juego. Cuando veas que juega con algo que no quieres o no debe es recomendable decir  “no” acompañado del nombre del gato y en ese instante quitarle el objeto con el que estaba jugando o retirarle del lugar.


Si con las órdenes no consigues que el gato obedezca, el siguiente paso es recurrir a los sprays con agua. Pulverizando al gato con ellos mientras decimos un rotundo “no” desviaremos su atención del objeto en cuestión. Al sentir el agua y escuchar la orden se retirarán del objeto. Seguramente tendrás que repetir la operación varias veces, pero pronto el gato entenderá que es mejor no repetir.


Es importante premiar el buen comportamiento del gato con golosinas cuando esté jugando con sus juguetes. Este comportamiento tuyo le gustará y pronto se dará cuenta que jugar con sus juguetes tiene recompensas positivas. Poco a poco retiraremos ese estímulo en forma de golosinas, pero seguiremos felicitándole por jugar con sus juguetes. Debemos motivar al gato a que juegue con sus cosas. El afecto y la aprobación de sus dueños son importantes para los gatitos.

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