martes, 12 de noviembre de 2013

El Persa, un felino diferente


Los gatos Persas son una de las razas más bonitas y conocidas por todos, ¿pero qué sabemos de ellos?

El gato persa desciende del gato turco de angora; y geográficamente su origen se sitúa en la zona de la antigua Persia (actualmente Irán) y Ankara en Turquía. De ahí viene su nombre.

En el Siglo XIX en Inglaterra surgieron los gatos persas actuales producto del cruce entre el gato persa de raza pura (procedente de Persia), que fue introducido en Europa a través de Italia, y el angora turco blanco. De esta forma se obtuvo un pelo más sedoso y se multiplicaron los colores del manto. Con el tiempo el persa ha ido evolucionando, más rechoncho,  menos esbelto y con los ojos más grandes, siendo así más parecido al originario de Irán.

En la actualidad es una raza creada artificialmente, fruto de una cuidada selección a partir del siglo XIX. Fue en este siglo cuando se empiezan a exportar ejemplares a Inglaterra y Francia, donde alcanzaron gran popularidad y desde donde se extendieron a Estados Unidos.

La clave del éxito de esta maravillosa raza es, sencillamente, su «glamour» con mayúsculas. Su historia siempre ha estado relacionada con la de la realeza, la riqueza y lo más exclusivo. Es, verdaderamente, un gato realmente regio entre nuestros compañeros felinos domésticos.

El gato persa se caracteriza por su pelo largo y denso que puede alcanzar los 20 centímetros. Tiene una cabeza redonda, con un cráneo ancho, nariz pequeña y unas orejas pequeñas, bien separadas y con las puntas redondeadas.  Su cuerpo se define por ser grande y rechoncho, y en la zona del cuello se caracteriza por su collar de pelo espeso. Sus patas son cortas y tiene pelo entre los dedos, mientras que su cola es baja y corta, con el pelo largo. Los ojos del persa pueden ser dorados, cobrizos, rojos, azules, blancos e inclusive diferentes en cada ojo. Los primeros persas eran blancos, pero hoy se admiten hasta 50 variedades.

La larga y hermosa capa de pelo necesita constantes cuidados. Los gatos Persas necesitan cepillado diario y baños regulares, es muy importante sino se lleva a cabo el correcto cuidado porque el pelo se enreda y queda en forma de rasta, si es necesario se puede acudir a un peluquero de gatos.

Debido a la forma especial de la cara de estos gatos, el persa puede tener problemas en los lagrimales de los ojos creándose una acumulación de legañas, por lo que los dueños deben limpiar los ojos de los gatos persas diariamente.

Pero sin duda alguna la mayor preocupación entre los dueños de gatos persas es la PKD, una enfermedad del riñón poliquístico genética que parece ser más común entre los persas que entre el resto de gatos. En diversas pruebas se ha podido comprobar que casi el 40% de los persas sufrían esta enfermedad, por lo que se debe estar atento para llevar a cabo los cuidados necesarios si empieza a tener problemas de riñón.

Por este motivo, Royal Canin Razas ha creado Royal Canin Persian 30, un pienso específico para los Persas teniendo en cuenta los problemas de riñón que suelen aparecer en los gatos de esta raza.

Es presumido por naturaleza, se trata de la raza de gatos con el carácter más tranquilo, sosegado y cariñoso, de naturaleza afable, congenia tanto con los humanos como con otros animales. Tiene un temperamento excepcionalmente apacible y doméstico que nunca ha conocido los instintos salvajes típicos de sus parientes felinos. Es tranquilo y se pasa la mayor parte del día durmiendo. Le gusta hacer ostentación de su belleza.

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