La vuelta a casa

El otro día os hablaba de lo estresante que puede ser tanto para nosotros como para nuestro gato el ir al veterinario y lo importante que era el viaje hasta la clínica y el tiempo de espera en ella.

 

Hoy, en cambio os quiero hablar de la vuelta a casa, cuando nuestros felinos vuelven a casa tras una operación están bastante apagados y eso nos suele preocupar. Los gatos suelen estar nerviosos y desorientados cuando vuelven a casa, háblele y acarícielo suavemente dejando que sea él el que inicie un contacto más cercano cuando esté preparado.

 

Es importante que si tiene alguna zona rasurada y con puntos el gato no se lama la zona intervenida o tire de los puntos. Si esto ocurre, lo mejor es llamar a la clínica y pedir un collar con un diseño especial que nuestra mascota deberá llevar temporalmente. Además, si cualquier herida tiene un color rojizo, está inflamada o supura, o si nota que tu gato no se está recuperando bien también es aconsejable que llames a la clínica.

 

Puede ser difícil identificar el dolor en gatos, normalmente los signos incluyen la pérdida de apetito, esconderse o estar más retraído. Seguramente le habrán administrado analgésicos durante la cirugía, pero puede que tengas que administrarle alguno en casa, es muy importante administrar todos los medicamentos prescritos y completar el curso establecido. En caso de tener problemas para administrársela o si te preocupa el dolor de tu gato pide consejo en la clínica veterinaria.

 

Es recomendable mantener el gato en casa, al menos la primera noche siguiente a la cirugía, pero también puede ser durante más tiempo dependiendo del tipo de operación o tratamiento que necesite. Para estos días se aconseja proporcionarle al felino un lugar tranquilo y cálido para que pueda descansar y recuperarse fácilmente, con comida, agua y una bandeja de arena separada de la comida.

 

Es importante que le de su tiempo para recuperarse y aunque lo vea apagado deja que sea él quien inicie el contacto.