El baño de nuestra mascota no debería ser una
tarea pesada o una causa de ansiedad para nuestro perrito, debería ser un
momento de diversión. En el que tanto él como nosotros estemos tranquilos y
pasemos un rato agradable. Para poder conseguir convertir el baño en una
experiencia así deberemos seguir una serie de pautas para facilitar el correcto
desarrollo de éste.
Antes de bañar a nuestro perro debemos
asegurarnos de que el pelo este correctamente desenredado y libre de rastros de
pelo muerto, ya que este podría dificultarnos la tarea de enjabonado y secado.
Deberemos también tener preparados el champú y los productos que debamos
utilizar ya que hemos de tener en cuenta que el perro no se debe quedar nunca
solo en la bañera.

Una vez en la bañera debemos enjabonarlo y
enjuagarlo (agua templada) con mucho cuidado, asegurándonos de que el jabón penetra correcta y
completamente en su pelo en el momento del enjabonado y que retiramos de igual
manera el jabón de su pelo en la fase de aclarado, dejando el pelo libre de
jabón.
Es importante que el jabón se distribuya de
manera uniforme por todo el cuerpo asegurándonos de lavar todas las partes del
cuerpo de manera profunda y homogénea.
El enjuagado debe realizarse con
agua abundante y de manera concienzuda, asegurándonos de retirar por completo
el jabón. Debemos recordar que el agua debe estar a un temperatura tibia que no
moleste al perro.

Reglas de oro:
- - Utilizar productos para perro, ya que un champú para humanos podrían dañar el pH de su piel y generar problemas dermatológicos ¡Incluso pueden generar la caída del cabello! Hay gamas amplísimas de tipologías de champús, para pelo blanco, largo, dermatológicos, pelo corto, cachorros, antiparasitarios...
- - Secar muy bien al animal y evitar que quede mojado.
- - Al usar el secador ponerlo a una distancia mínima de 30 centímetros para no quemar a nuestro pequeño amigo.
- - Disfrutar y hacer que nuestro perrito se lo pase en grande.
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