En el documental “La
vida secreta del perro” del que os hablé hace un par de días, veíamos como un
perrito le detectaba Cáncer de mama a su dueña mientras los médicos no le
encontraban nada. He investigado un poco más sobre el tema y he encontrado un estudio
publicado por la revista médica British Medical Journal (BMJ), donde explica
que los perros pueden detectar el cáncer de intestino mediante el olfato aunque
la enfermedad se encuentre en su fase inicial.
Para llegar a esta conclusión, se llevó
a cabo un experimento con un perro labrador especialmente adiestrado, que
realizó durante varios meses pruebas de olfato entre las que se incluyeron test
de aliento y muestras de heces de los participantes. Las muestras pertenecían a
48 personas diagnosticadas con cáncer de intestino y a 258 voluntarios que no
sufrían la enfermedad o que habían tenido cáncer en el pasado. Aproximadamente
la mitad de las muestras de voluntarios procedían de personas con pólipos de
intestino que, aunque benignos, se consideran precursores
del cáncer de intestino.
Este perro labrador
identificó con éxito cuáles eran cancerosas, y cuáles no en un 95% de precisión
en el test de aliento y en un 98% en las pruebas de heces.
El motivo de que
nuestros perros puedan ayudar a detectar el Cáncer es, según los autores,
porque existen componentes químicos correspondientes a tipos de Cáncer
específicos que circulan por el cuerpo humano y que un perro puede oler. Otras
investigaciones también señalan que los perros pueden olfatear cáncer de
vejiga, piel, pulmón, mama y ovario.
Y con este gran y
muy útil descubrimiento me pregunto, ¿Por qué no se invierte más dinero en
seguir investigando y formando a perros para ayudar a más personas a detectar
la enfermedad en su fase inicial?
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