Hoy voy a tratar de
una noticia bien interesante que salió este fin de semana sobre como el ADN de los
gatos ayuda a descubrir a criminales.
En julio del 2012,
en la playa de Southsea encontraron el torso desmembrado de un hombre envuelto
en una cortina donde fueron descubiertos ocho pelos de gato. La policía creía
que los pelos pertenecían al gato de David Hilder un amigo de la víctima quien
los envió para que se analizasen en California, donde científicos examinaron el
ADN mitocondrial del gato. A partir de los resultados obtenidos, la Universidad
de Leicester creó la base de datos de Reino Unido, incluyendo los 23 resultados
de Southsea. Únicamente tres de las muestras obtenidas coincidieron con los
pelos de la escena del crimen. Dicha evidencia fue presentada en el juicio
contra Hilder por el Doctor John Wetton.
John Wetton, quien dirigió el proyecto, en una
entrevista con la BBC dijo que "cualquier persona que tenga un gato sabe
que los pelos de gato se meten absolutamente en todas partes" y que
"esta puede ser una bendición para la ciencia forense ya que hay 10
millones de gatos en Reino Unido que involuntariamente han marcado la ropa y
los muebles de más de un cuarto de los hogares".
Durante la
investigación del crimen se creó la primera base de datos de ADN de gatos, y
recientemente han anunciado que ésta será perfeccionada y publicada para ayudar
a resolver futuros crímenes.
Aunque ésta fue la primera vez que se usó ADN de
un gato en un juicio en Reino Unido, ya había sido usado antes en Estados
Unidos y Canadá. Además de ser usado
en futuras investigaciones, una base de datos con ADN de gatos podría ser usada
potencialmente para casos no resueltos. La investigación será publicada en una
revista científica más adelante este año.
Así que ya sabéis,
si tenéis pensado hacer algo malo… ¡No tengáis gato!
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