martes, 7 de enero de 2014

La ansiedad en gatos


Los gatos son conocidos por ser animales independientes, en ciertos casos pueden llegar a tener cierto grado de ansiedad por separación. Normalmente, es una respuesta normal a la separación entre la mascota y su dueño, pero en algunas ocasiones puede estar fuera de contexto y manifestarse de forma constante y excesiva por lo que puede convertirse en un problema.

Si un gato siente ansiedad al sentirse abandonado es normal que empiece a tener cambios de actitud cuando sospeche que vas a salir de casa. Las principales reacciones de un gato con ansiedad al saber que te vas comenzará a maullar, a dar brincos, se esconderá o incluso podría llegar a atacarte. Si tu gato sufre este tipo de ansiedad puede comenzar a orinar fuera de su caja y comenzar a hacerlo en tu cama o sillón favorito, si lo hace tiene como objetivo llamar tu atención.

Las situaciones más frecuentes que causan ansiedad generalizada en los gatos son pocas posibilidades de ser atendidos por sus propietarios o por los que son excesivamente atendidos y con una constante compañía de seres humanos; la falta de ejercicio o aquellas situaciones en que la carencia de fuentes de actividad alternativa, juego y contacto con otros gatos o con miembros de la familia pueden originar frustración; cuando se produce un cambio importante o cuando se proviene de problemas de socialización con otros gatos residentes o visitantes ocasionales.

Aunque los felinos estén considerados como mascotas independientes un motivo muy importante que provoca estrés proviene de la incorrecta o deficiente relación afectiva entre él y sus propietarios. A los gatos les gusta tener una rutina de interacción consistente y predecible, ayudándoles así a tener una sensación de control sobre su entorno y así reducir su ansiedad. Los gatos, al contrario de lo que se piensa, quieren y necesitan mantener un contacto con sus dueños, les gusta que los contactos sean breves pero frecuentes, en forma de caricias o jugando con ellos.


Otro síntoma de ansiedad puede reflejarse en sus hábitos alimentarios, comiendo más de la cuenta o dejando de comer. Estos cambios alimentarios generarán alteraciones en su sistema digestivo causando que vomite cuando comience a regularizarse. Un gato con este síndrome puede llegar a convertirse en una molestia para los vecinos ya que se pasará el día maullando o tirando cosas.

¿Qué alternativas hay para solucionar el problema?
 Una es que el gato se acostumbre a verte con bolsos, llaves o abrigos que sueles usar cuando sales de casa. Otra es que te vea abrir y cerrar la puerta, y vuelvas, así no relacionará que siempre que cierras la puerta te vas de casa. Otra alternativa es que 15 minutos antes de salir y 15 minutos después de llegar a casa no le prestes mucha atención. Y por supuesto, otra buena opción es ¡adoptar un segundo gato para que se hagan compañía en tu ausencia!

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