martes, 14 de enero de 2014

Enfermedades que afectan a la piel del gato


¿Sabes cuáles son las enfermedades que pueden afectar a la piel del gato? ¿Y que alguna de ellas pueden llegar a ser contagiosas para las personas?

La tiña, la dermatitis atópica y el acné felino son enfermedades que pueden afectar a la piel de los felinos, especialmente afectan a los cachorros ya que no tienen sus defensas desarrolladas. En este artículo voy a explicar los problemas más habituales de la piel de los gatos; entre ellas, la alergia provocada por las pulgas, la sarna del gato o la llamada cheyletiella felina. También se ofrecen pautas para que el gato tenga la piel sana.

Los cachorros de gato, especialmente aquellos que provienen de la calle, los felinos que viven en un entorno insalubre, así como los que padecen cáncer constituyen la población gatuna más proclive a padecer patologías dermatológicas. La tiña es la patología de la piel más habitual en cachorros de gato. Sin embargo, en el caso de los adultos, el problema de piel más frecuente son las alergias.

La tiña es una enfermedad producida por un hongo que se puede contagiar a las personas. Es una enfermedad típica de felino callejero, los gatos con parásitos que habitan en condiciones higiénicas precarias o los cachorros son los más propensos en padecerla. Debido a que las personas pueden contagiarse, debemos extremar la higiene y consultar al veterinario. Y en caso de contagio su tratamiento consiste en medicamentos antimicóticos contra los hongos.

En el caso de los gatitos menores de un año, es más probable que puedan contraer la tiña, ya que tienen las defensas más bajas que un felino adulto. La raza también puede predisponer a padecer tiña, como en el caso de la persa.

Otra enfermedad que afecta a la piel es el acné del gato, que consiste en unos puntos negros que aparecen en la zona del mentón. Los gatos de pelo largo son los más propensos a padecer esta enfermedad y la razón de esta patología de la piel es la humedad que queda en la barbilla del gato cuando bebe agua. El acné felino está provocado por una infección bacteriana que precisa un tratamiento con antibióticos y un champú para gatos específico para la zona afectada.

Los gatos también pueden desarrollar alergias a alimentos o sustancias ambientales, como los ácaros o el polen, son las causas que provocan los síntomas de la dermatitis alérgica: prurito, enrojecimiento o descamación de la piel del gato. El felino con dermatitis alérgica se rasca de manera compulsiva y suele acabar por padecer una infección bacteriana, que precise un tratamiento con antibióticos, además de averiguar la cuál es el alergénico que provoca la patología.

Los felinos con pulgas pueden padecer una reacción alérgica en su piel, siempre se manifiesta en el cuello del gato, aunque las picaduras las sufran en otras zonas de su cuerpo. Frente a estas irritaciones de la piel del gato provocadas por parásitos, lo primero que se debe hacer es eliminar las pulgas con insecticidas y, después, administrar antibiótico para frenar la infección bacteriana de la piel del cuello del gato provocada por estos parásitos.

Cheyletiella felina, un ácaro del gato que produce un fuerte picor y una descamación de la piel del gato, similar a la caspa, son los síntomas que presenta un gato que padece cheyletiella. Esta patología dermatológica la suelen sufrir los cachorros felinos, y está provocada por un ácaro.

El gato que padece la cheyletiella la puede transmitir a las personas. El veterinario tratará esta patología de la piel del gato con antibióticos.

Otodectes es un problema de la piel del oído del gato, la otitis o inflamación y dolor del oído es el principal síntoma de un felino que padece otodectes. Los más vulnerables son los cachorros de gato de la calle. La madre infectada transmite los parásitos a través de su leche. Los medicamentos necesarios para combatir la otitis son antiinflamatorios y antibióticos, como también productos antiparasitarios.

Otro problema de piel es la sarna demodécica, es poco habitual en los gatos y no resulta contagiosa para las personas, ya que es una enfermedad que se desarrolla a través de un parásito (ácaro) que tenemos en la piel, tanto los gatos como las personas. Este ácaro se activa cuando el animal está enfermo y sus defensas no funcionan a pleno rendimiento.

En cambio, otro tipo de sarna que es más frecuente en los gatos es la llamada sarcóptica, que se produce cuando las condiciones higiénicas del felino son inadecuadas. Los síntomas de esta sarna son picor, rojeces y descamaciones. Y, en caso de que la enfermedad se encuentre en estado avanzado, un peculiar y desagradable olor en la piel del gato.  

Las enfermedades cancerígenas provocan en la piel del gato heridas, irritaciones e infecciones. Es el caso de los tumores, que precisan tratamiento oncológico. Estas patologías, sin embargo, son más habituales en gatos mayores.


 Tres consejos para una piel del gato sana:

1. Una buena alimentación es fundamental para que el felino tenga la piel sana, es aconsejable un pienso de gama alta rico en ácidos grasos omega 3 y 6 que mantiene la piel del gato en forma.

2. La desparasitación interna y externa es una cuestión fundamental para evitar infecciones, irritaciones y heridas en la piel del gato.

3. La ingestión de malta por el gato ayuda a evitar las bolas de pelo que se forman en su estómago debido al acicalamiento. La malta también se puede adquirir con añadido de ácidos grasos omega 3 y 6.





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