Todos los que tenemos un amigo
felino en casa sabemos lo importante que es tener un espacio para que pueda
arañar con sus garras y eliminar las capas de piel muerta que la cubren. Por
eso los gatos caseros necesitan de un rascador si no quieres que termine
arañando los marcos de las puertas, el sofá, la alfombra, etc.
Normalmente
compramos un rascador pensando en nuestros gatos y creyendo que en cuanto lo
vean se abalanzaran sobre él para jugar y arañarlo, pero no es así, lo más probable es que le sea indiferente y
su mayor acercamiento sea rozarlo con su lomo para marcarlo. Por este
motivo, un rascador inadecuadamente utilizado puede convertirse en un objeto
más de la casa sin ninguna función, pero utilizado de forma correcta es muy
útil.
Los
gatos deben acostumbrarse a afilarse las uñas desde pequeños con el rascador y
nosotros podemos ayudarlos. ¿Cómo? El rascador tiene que estar situado cerca de
las zonas donde sueles estar, en lugares agradables y donde hay otros muebles
atractivos para él, de esta forma evitarás que los utilice como rascador. Es
muy importante el material del que está hecho ya que si está fabricado con un
material inapropiado no lo utilizará.
Para
hacer más atractivo el rascador e incitar el juego de tu felino puedes rociar
las superficies con un espray de Catnip. Además, a los gatos les gustan las
alturas y mirar desde arriba por lo que te recomiendo un rascador alto y de
diferentes alturas, así no sólo afilará sus uñas sino también jugará con él. En
el caso que no tengas espacio en casa para uno grande, puedes optar por uno pequeño pero que tenga la suficiente altura para que cuando el gato se pueda
afilar las uñas estando de pie.
El
rascador bien utilizado es fundamental para una buena convivencia con un gato.
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