Hoy, siguiendo
la línea de uno de nuestros artículos anteriores analizaremos parte del
lenguaje de nuestros pequeños amigos. Recordemos que hemos de tener en cuenta
que los perros, a diferencia de los humanos, no cuentan con el lenguaje verbal
para comunicarse con nosotros.
Como vimos
en el anterior artículo sobre la comunicación visual, para nuestros animales existen tres grandes métodos de comunicación,
la comunicación visual, la comunicación auditiva y la comunicación olfativa.
Hoy trataremos la comunicación auditiva.
Los perros,
como muchos ya sabréis, son unos mamíferos muy dados a generar sonidos. Existe
un sinfín de sonidos que nuestro animal puede generar. Los más habituales son,
los ladridos, el aullido y los gruñidos, pero en numerosas ocasiones podemos oírlos
lloriquear, gemir, etc…
Existen
numerosos sonidos y multitud de interpretaciones pero a grandes rasgos podríamos
agruparlos en los siguientes estados:
- · Alegría: En este grupo encontraríamos los ladridos y sonidos de excitación ligados a una actividad divertida para el perro.
- · Ansiedad o miedo: Aquí encontraríamos los gemidos, ligados al posible dolor, los aullidos ligados a la separación del grupo o los gruñidos ligados a una situación de tensión.
- · Varios: Nuestros perros generan multitud de sonidos que no somos capaces de interpretar y que tienen muchos significados, desde su necesidad de agua con jadeos a sonidos particulares de cada animal o raza.
Al igual que
en la comunicación visual y al igual que los humanos, cada animal expresa sus
necesidades de una manera concreta así que debemos realizar un esfuerzo por
entender y comprender a nuestro pequeño amigo.
¡En este vídeo la especialista nos explica los significados de los diferentes sonidos!
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