lunes, 20 de enero de 2014

La Toxoplasmosis en gatos y mujeres embarazadas

Si eres mujer, vives con gatos y estás embarazada o quieres quedarte en estado te interesará el post de hoy sobre la toxoplasmosis.

Cuando la mujer se queda por primera vez embarazada, el médico suele aconsejar que no tome carne cruda o poco hecha además de otros alimentos hasta que le hagan la prueba de la toxoplasmosis y comprobar si ha padecido la enfermedad o no. Además, existe el rumor que también puede contagiarse a través del contacto con gatos por lo que la mayoría suelen reaccionar como una muestra más del miedo irracional de muchas mujeres a los gatos cuanto están esperando un niño, y que se traduce en miles de abandonos todos los años.

La toxoplasmosis es una zoonosis, una enfermedad que se transmite entre animales y humanos y puede causar mal formaciones en los fetos, pero en el caso de los gatos no son los culpables de ello. De hecho el contagio entre gato y embarazada es prácticamente imposible. Por tanto, los gatos y embarazos son compatibles ya que apenas existe riesgo de contagio de dicha enfermedad.

Un alto porcentaje de personas padecen la toxoplasmosis en algún momento de su vida, pero apenas se nota y muchas mujeres que la sufren la asocian a un constipado más. El peligro aparece cuando se da en mujeres embarazadas, porque aquellas que se contagian por primera vez durante su embarazo sufren peligros de malformación en el feto. Por suerte los métodos de diagnosis y los tratamientos están muy avanzados para evitar este desenlace.

Os preguntaréis, ¿y cómo se contagia la toxoplasmosis? Muchos estudios han demostrado que la principal fuente de infección a las personas se produce al ingerir los quistes del parásito en carne cruda o poco hecha, embutidos, huevos crudos o verduras y frutas mal lavadas. Y no a través de los gatos como a menudo se señala ya que son de los pocos felinos capaces de liberar el parásito. Por tanto si ha escuchado algún rumor de que los gatos pueden transmitir la toxoplasmosis es prácticamente imposible de que el contagio ocurra. 

Por otro lado evitar el contagio es muy sencillo, para que un gato pueda producir heces infecciosas, primero tiene que contagiarse mientras tú estés embarazada. Y el contagio se realiza comiendo animales o carne cruda. Si tu gato no sale al exterior, seguramente no se contagie. Y si le das carne cruda para comer, no lo hagas durante tu embarazo.

El gato está infectado de 3 a 20 días máximo, y posteriormente libera el parásito a través de las heces durante un mes. Si luego vuelve a infectarse, no libera más parásitos. Por lo tanto, para que libere el parásito tiene que ser también su primera vez. Y como en los humanos, el gato con toxoplasmosis no suele presentar síntomas visibles.

Para que las heces realmente sean infecciosas y contagiosas tienen que madurar en exposición durante 24-48 horas. Solución: limpia el arenero más de una vez al día, y mejor que lo haga otra persona que no seas tú.
Recuerda que si has sufrido toxoplasmosis antes de quedarte embarazada, el nuevo bebé no puede ser infectado. Y si estás en las últimas semanas de gestación, el riesgo es menor. Y además de todo lo dicho, hazte las pruebas y sigue los consejos de tu médico de confianza. Pero no culpes a los gatos, no son los culpables.


¡Cuéntame tu experiencia de embarazo con tu gato o gatos!

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